Buenos días desde Estrasburgo. A la bella capital de Alsacia, aunque francesa, el influjo alemán le confiere una singularidad de la que resulta especialmente elegante y romántica; como muestra la Petit France, su corazón: casas con entramado de madera y gran variedad de colores, calles sinuosas, bellos puentes engalanados con jardineras con flores primavera de todos los colores posibles (Casa de los Curtidores, la Plaza de Benjamín Zix, el Pont du Faisan, la Rue des Molins, … Alsacia en estado puro en la que todos los días se celebra algo).
Plazas llenas de vida, auténticas postales de una ciudad donde la cámara de fotos se vuelve loca con tanta belleza (la de la Catedral, la imponente Notre Damme de 142 m que es imposible fotografiar entera y su entorno, la “Casa Kammerzell” y el “Palais Rohan”; la plaza du Marché Aux Cochons de Lait; la Plaza Gutenberg; las plazas Broglie y la Kléber; y mi favorita: la plaza de Benjamín Zix.
Un crucero por el Rin en el Batorama por el Parlamento Europeo y Barrio Europeo, el Estrasburgo más moderno, completan la visita a esta ciudad de grandes contrastes, pero siempre armónicos. ¡¡Bonjour les amis!!