Europa tiene de las más bellas y románticas ciudades del mundo. Sabemos que por el momento hay muchas restricciones y es complicado o imposible viajar. Esta pandemia nos está dejando muchos planes, celebraciones y momentos guardados en una maleta que sin duda los recuperaremos en cuanto podamos.

La cercanía de los destinos será un punto a tener en cuenta cuando vayamos recuperando nuestra normalidad, hemos buscado las 5 ciudades de más románticas Europa que a nuestro juicio representan el más puro romanticismo. No hemos elegido ninguna española porque tenemos tantas que sería injusto poner solamente una. En otro artículo hablaremos de ellas.

Vista de Verona
Vista de Verona

VERONA. Por Romeo y Julieta.

Elegir en Italia la ciudad más romántica es muy difícil. Muchas son las candidatas: Venecia, Florencia incluso Roma pero Verona es conocida como la ciudad de los enamorados, ¿tendrán algo que ver Romeo y Julieta?. Su leyenda juega un papel indiscutible pero la verdad es que es una ciudad bellísima que transpira romanticismo y también mucha historia, arte y cultura. Por estos motivos la elegimos dentro de las 5 ciudades de más románticas Europa.

En ella simplemente pasear ya es romántico. Paseando descubrirás la estatua de Julieta en el interior de su casa en la que no podrás resistirte a imaginar la escena en ese balcón testimonio de sus encuentros con Romeo, sus bellos puentes de piedra que cruzan el río Adigio y te llevarán a las cimas de sus colinas y a los castillos como los de San Pietro o el Castelvecchio junto al río.

La Arena de Verona,  también llamado Coliseo de Verona y más antiguo que el de  Roma, es un espectáculo para la vista y si además coincide vuestra visita con la temporada de Ópera también lo será para otros sentidos.

Ver atardecer en el laberinto del jardín del Palacio Giusti y subir a su mirador para recrearte en las impresionantes vistas que ofrece de Verona.

Subir a lo alto de la Torre de Lamberti; explorar el barrio de San Zeno visitando su basílica en cuya cripta se dice que se casaron Romeo y Julieta; disfrutar de cenas románticas en alguno de sus restaurantes más coquetos como el Locanda Castelvecchio o de un aperitivo en el Aquila Nera.

Si realmente queréis vivir un viaje romántico especial os recomiendo que desde París, otra ciudad también muy romántica, hagáis el viaje en tren hasta Verona pasando por los espectaculares lagos de Ginebra y Maggiore, y en los días claros en la distancia podréis divisar los Alpes desde el tren.

Si disponéis de tiempo podéis también hacer una escapada a la bellísima Venecia pues la distancia es de tan solo 121 km.

Canales de Estrasburgo
Canales de Estrasburgo

ESTRASBURGO: ¡Sttrasbourg mon amour!

Sí Estrasburgo y no París. La capital de Alsacia es fantástica, su belleza reside en su singularidad; aunque francesa el influjo alemán le confiere un toque especial, elegante y muy romántico especialmente en la Petite France, sin duda su corazón.

Sus casas con entramado de madera y gran variedad de colores, sus callejuelas sinuosas, sus puentes engalanados con jardineras con flores de todos los colores posibles así como su bellísima Catedral de Notre Damme con nada menos que 142 m de altura que no hay manera de hacerle una foto y que salga entera. La noche es tal vez el momento en el que luce más impresionante, no podéis dejar de ir a verla, la impresión es grande. No te imaginas que tras esas callejuelas aparezca algo tan impresionante. Su Reloj Astronómico del siglo XVI, el edificio medieval “Casa Kammerzell en la esquina de la plaza de la Catedral así como el Palais Rohan en la misma plaza forman uno de los conjuntos más armónicos de Europa. Sin duda es otra de las 5 ciudades de más románticas Europa.

Antes de adentrarnos en la Petit France, una parada obligada: los Puentes Cubiertos y la Presa Vauban. Pero es la Petit France el corazón palpitante de esta sorprendente ciudad que casi todos los días celebra algo. No podéis perderos la Casa de los Curtidores, la Plaza Benjamín Zix, el Pont du Faisan, la Rue des Moulins y la Rue du Bain Aux Plantes: Alsacia en estado puro, una ciudad que parece de cuento.

 ¿Y qué decir de las plazas de Estrasburgo?. ¡Qué difícil elegir una!, la de la Catedral, la plaza du Marché Aux Cochons de Lait, la plaza Gutenberg, la plaza Broglie, la Place Kléber, y mi favorita : la plaza de Benjamín Zix.

Dos calles imprescindibles: Rue Merciére y Rue du Vieux Marché Aux Poissons.

Bajo ningún concepto podéis perderos el crucero por el Rin en el Batorama. Veréis las mejores postales de Estrasburgo incluido el Parlamento Europeo y el Barrio Europeo, se trata de otro Estrasburgo, más moderno pero que se va introduciendo de manera progresiva y armónica.

Estrasburgo te cautivará, palabra.

Vista de Brujas en Bélgica
Vista de Brujas en Bélgica

BRUJAS. La Ruta de los Besos

A poco más de media hora de Bruselas en tren y con una frecuencia también de media hora, Brujas es un destino o escapada perfecta.

Pasear a la luz de la luna recorriendo sus canales y observando su maravillosa arquitectura es uno de los grandes placeres que nos reserva. Atravesar y admirar sus bellos puentes como el de San Bonifacio o alguno más tranquilo como el Meestraat a las afueras es sin duda una actividad turística pero además es francamente agradable.

También recorrer las antiguas murallas de la ciudad siguiendo el cauce del río, rodeado de árboles mientras vamos descubriendo algunas de sus antiguas puertas y numerosos molinos.

Como muestra de su patrimonio artístico dos edificaciones religiosas, además muy singulares, la Basilica de la Santa Sangre y la Capilla de Jerusalén, bien merecen una visita.

El clásico paseo en calesa tirada por caballos es una de las opciones que además de romántica es perfecta para conocer la ciudad, que además puede ser completada por un paseo en barco por sus canales o bien a bordo de un pintoresco barco a vapor, Lamme Goedzak, que navega por el canal entre Brujas y el río Damme.

Dos históricas comunidades caracterizadas por sus casitas blancas y la tranquilidad de sus entornos son el Begjinhof y las Casas de la Caridad. Viudas, huérfanas y monjas se juntaban en pequeñas comunidades desde el siglo XIII. Hoy en día ya sin esta utilidad son barrios tranquilos con pintorescos jardines y fachadas blancas.

Dos bellos parques, el Minnewaterpark y el de la Reina Astrid, ponen la nota de esparcimiento a Brujas.

Si sois enamorados del teatro, la danza o los conciertos, el Teatro de la Ciudad de Brujas de 1869, uno de los mejores conservados de Europa y recientemente restaurado en su tradicional estilo clásico, es una opción perfecta para una velada nocturna que puede además ir acompañada por una visita a la Beer Brasserie Cambrinus y degustar una de sus 400 cervezas. Su ambiente tradicional y acogedor combina perfectamente con la anterior visita al teatro; también el Au Petit Grand de estilo elegante  ofrece unas cenas informales a un precio bastante razonable y permanece abierto hasta la medianoche, aspecto éste muy a tener en cuenta.

Por último, si quieres que el viaje a Brujas sea del todo inolvidable, aún queda otra posibilidad de recorrerla: en globo. Se trata de un paseo durante 3 horas, aunque solo una en el aire, de abril a octubre con Bruges Ballooning. El amanecer y el atardecer son los momentos perfectos para llevar a cabo esta aventura.

Por cierto, dicen que en Brujas hay una Ruta de los Besos. No os olvidéis preguntar cuál es el recorrido y dónde están las paradas. www.visitflanders.com/es/

Vista de Santorini en Grecia
Vista de Santorini en Grecia

SANTORINI: Lujo y naturaleza

Tal vez la única pega que tiene esta bellísima isla es la masificación turística. A todo el mundo le parece increíble, tal vez porque todos han ido y parece que a la vez; la verdad es que es cierto que entre escalas de cruceros y visitas de turistas con varios días de estancia, la isla está siempre a tope.

Os recomendamos visitarla, pues es una pena perdérsela eso sí, buscad un momento que no sean los meses típicos del verano pues su magia se pierde un poco entre tanto turista

Oia es un pueblo fascinante, el icono de Santorini; tan pintoresco que todos tenemos en nuestra retina sus casitas blancas, iglesias con esas cúpulas azules que se levantan en laderas que descienden hacia la caldera, es decir el cráter del volcán en que está la isla de Santorini. Sin duda hay que ver una puesta de sol: es increíble. Si podéis permitíroslo, desde el mar en un barco es aún mejor. Hay excursiones que te llevan de ruta a la caldera y terminan con el atardecer.

Además de Oia están Fira, Imerovigli, Pyrgos, Megalochori. Las tres últimas están menos masificadas y en todas ellas hay una oferta de lujo en alojamientos y estancias dignas de reyes, que es como te sentirás en sus hoteles y villas. Villas Aenaon y Dana Villas sin duda son una opción 5 estrellas.

 En todas las puestas de sol son espectaculares.Si queréis  deleitaros con vistas de lujo, ver unos paisajes impresionantes así como los colores del mar y unas iglesias suspendidas de acantilados de lo más coquetas os recomiendo hacer a pie el camino desde Imerovigli a Oia. No es excesivo, unas 3 horas y media pero merece la pena.

También pondrás a prueba tu estado físico bajando desde Fira al puerto, y subiendo después. Estamos ante esa escena de muchas películas ambientadas en Santorini, la de los burros, para aquellos que hacer piernas no sea lo suyo. También hay teleférico.

Magalochori y Pyrgos son menos turísticos y no tienen acantilados pero tal vez tengan más autenticidad y sean más pintorescos.

Os recomiendo alquilar un coche, hay una ruta preciosa tras Red Beach, pasando por Akrotiri hasta el faro. Las vistas os quitaran el hipo. En esta parte la isla se estrecha tanto que el mar baña los dos lados de la carretera.

Hay numerosas rutas, lo mejor es hacerte con un plano e información en Fira y planificar las excursiones. Una muy recomendable, pero tenéis que poner en práctica, en una parte de la ruta, vuestras dotes de escalada, es la Ruta hasta la Roca Skaros.

En cuanto a playas Santorini no tiene las mejores playas de las islas griegas pues la isla es de origen volcánico y la arena está formada por restos de roca volcánica por ello es negra, y además suele hacer viento sin el cual la erosión no sería posible; no obstante hay playas bonitas como Red Beach, en la que el contraste entre roca roja y agua verde es impresionante; Vlychada Beach con bellos acantilados tallados; Kamari Beach con las mejores instalaciones; Amoudi Bay, bajo el acantilado de Oia; Monolithos Beach; Cape Columbo; Agios Georgios; Black Beach.Sin duda las mejores playas se encuentran en la costa sur de la isla.

Villas de ensueño, paseos con vistas espectaculares de la puesta de sol y una naturaleza apabullante eso es Santorini, una de las más famosas islas del Mediterráneo.

Estambul, la Mezquita Azul
Estambul, la Mezquita Azul

ESTAMBUL. Pasión Turca.

Bizancio, Constantinopla, Estambul, tres nombres y una misma ciudad.

Con dos almas, una oriental y otra occidental, que se mezclan de modo sorprendente, desconcertante y hasta desafiante, Estambul cautiva por su desordenada belleza en la que cohabitan increíbles mezquitas, restos cristianos, verdes colinas e impresionantes palacios al borde del mar, todos envueltos en exóticos aromas.

Santa Sofía sin duda es el símbolo de está caótica ciudad a caballo entre dos continentes, culturas y religiones. Catedral católica del imperio bizantino y casa de papas, devino en mezquita con el imperio otomano por ello la mezcla de elementos cristianos y musulmanes hace tan singular este templo con su cúpula, el tamaño de la nave principal y su penumbra. ¡Qué contraste con su vecina la Mezquita Azul! Con su azulejería, vidrieras de colores y la gigantesca lámpara en su interior. Dos maneras de concebir el arte que son más que eso, dos maneras de entenderla vida.

Con un mar interior, el Mármara, entre el Mar Egeo y el Mar Negro, Estambul roba el corazón, te enamora. Unas calles llenas de historia, relatos y leyendas, envueltas de misticismo tienen su máxima culminación en las puestas del sol sobre el mar de Mármara. Un estrecho, el Bósforo es el que la divide, y nada como recorrerlo en barco y si es posible hacer un crucero hasta el Mar Negro con paradas incluidas en algunas de las zonas costeras próximas,  bellísimas, o por las Islas Príncipe remanso de tranquilidad pues el trafico de coches está prohibido. Y ya puestos, ¿por qué no reservar un crucero cena que incluya la danza del vientre mientras vemos ambos lados de la ciudad?. Una opción, lo más, sería alquilar un barco privado, a partir de 300 euros por dos horas con camarero y capitán, y bien contratas un catering o te llevas un picnic. Nada como esta experiencia 5 estrellas.

Atravesar el ” Cuerno de Oro”, estuario formado a la entrada del estrecho del Bósforo, un auténtico puerto natural que divide la parte europea en ciudad vieja y parte Gálata, por alguno de sus 4 puentes.

Una opción que os encantará es coger un teleférico desde el Cuerno de Oro a Pierre Loti, ¡espectacular la panorámica!.

Recorrer algunos de sus más curiosos barrios como Fener o barrio griego y  Balat o barrio judío. Éste último exhibe unas románticas, algo decadentes, casas de colores con iglesias pequeñitas escondidas, cuestas y calles con mucho encanto.

Pasear por el barrio de Ortaköy, sin duda el más bohemio, con callejuelas en torno a su mezquita; perderse por el barrio de Cihangir, el barrio más alternativo, muy hípster;

pasear por las calles de Sultanahmet: visitar Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Gran Bazar y el de las Especias, ir tras los Palacios de Topkapi, Dolmabahçe o la Cisterna de la Basílica, el puente y la Torre Gálata, te harán vivir la gran pasión turca de/por Estambul.

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