Buenos días desde Hundertwassser. La Casa Hundertwasser-krawina es sin duda una de las más sorpresivas visitas de la imperial Viena. Un colorido castillo de cuento de hadas, adornado con plantas y rodeado de edificios grises, un complejo en el se unen armonía, individualidad y humanidad.
A finales de los 70, el famoso pintor austríaco Friedernsreich Hundertwasser presentó un proyecto al Ayuntamiento de Viena para la construcción de “vivienda municipal ecológica”. La idea fundamental era que hubiese muchas plantas y sobre todo que se plantaran árboles en los tejados. En 1979, 60 años después de la construcción de la primera vivienda social en el tercer distrito de Viena, el Ayuntamiento le encomienda al arquitecto Josef Krawina, respetuoso con las normas medioambientales en todas sus construcciones, la colaboración con F. Hundertwasser para la elaboración de un diseño que creara un espacio para vivir en consonancia con el medio ambiente y que contrastara con la arquitectura de la Viena de posguerra. Esta colaboración fue tremendamente fructífera, pues de los 50 proyectos arquitectónicos y de fachadas que realizaron más de la mitad se llevaron a cabo por todo el mundo, aunque ninguno llegó a superar el éxito del proyecto de Viena, el pionero.