La gastronomía de Perú de su sierra, su costa y la selva, muestran al viajero un poco más la cultura del país andino.
Por todos es sabido que la gastronomía peruana es una de las más sorprendentes y variadas de todo el mundo. De hecho, la fusión de su cocina se debe al intercambio cultural a través del tiempo, donde destacan la inmigración española, africana, china, japonesa e italiana. La cocina peruana se caracteriza por ser de raíces, con herencia, a través de la cual invita al comensal a conocer un poquito más su cultura.
Uno de los rasgos más característicos de la gastronomía de Perú, y por la que presenta tantos platos típicos y diferentes, es por la variedad geográfica del país. La costa, la sierra y por supuesto, la selva amazónica aportan su materia prima, su cultura y tradición para dar lugar a platos únicos. Invitamos al viajero a una aventura por el paladar donde vivir una experiencia única para los cinco sentidos:
La gastronomía de la costa peruana
Gracias a su clima y la cercanía al mar, la cocina de las regiones costeras se basa (como no podía ser de otro modo) principalmente en mariscos y pescados. Entre sus platos destacan los cebiches y sudados, que combinan las especies marinas con ácidos, picantes y hierbas aromáticas que otorgan sabores frescos y muy intensos. Entre los cebiches, los hay de pescado, de conchas negras o de mariscos, marinados en zumo de limón, ají, sal y complementos de cebolla, camote o maíz sancochado.
El chinguirito es una modalidad especial de cebiche, un plato desconocido pero que el comensal no olvidará. Está compuesto de pescado seco deshilachado (suele utilizarse la raya) y es muy típico de la costa del norte. Las yucas fritas, las conchitas a la parmesana (vieiras) y los chifles (rodajas de plátano frito) son entrantes perfectos para compartir. Los amantes de la carne también tienen su cita en la costa y es que las carnes rojas, en especial el cabrito, cuya crianza es propia de la zona, es un imprescindible.
[caption id="attachment_4451" align="aligncenter" width="800"] Adobo tacnen?o ©Renzo Tasso[/caption]En la costa hay que hacer mención especial a la cocina limeña. La ciudad se presenta como una de las capitales gastronómicas más importantes del mundo por méritos propios y además, es sede de la feria de gastronomía Mistura 2017 que se celebra este mes de octubre. El tiradito, una versión del cebiche sin cebolla, y la parihuela, caldo de pescado con mariscos, son típicos platos para probar. En Lima destacan los platos heredados de la presencia africana como los anticuchos, brochetas de corazón de res frito sobre parrillas al carbón; el cau cau, un guiso de mondongo y papas, y el tacu tacu, frijoles cocidos mezclados con arroz, con carnes o mariscos de relleno por encima. Otros platos que no se pueden dejar de pedir son la causa limeña, el tamal, una cocción de maíz molido sazonado y relleno con gallina o cerdo; y el ají de gallina.
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Tacu tacu con seco ©Renzo Tasso[/caption]
La cocina en las regiones de sierra
Opuesta a la cocina de la costa, la gastronomía de la sierra se caracteriza por ser más contundente y rica en productos de alto valor nutricional. La carne, los tubérculos y las hierbas son la base de su saludable tradición culinaria. Su cocción es sencilla y sin mucho aderezo, lo que garantiza una buena digestión. El choclo (maíz) con queso, el mote con chicharrón, la cancha, las humitas y la papa a la huancaína son parte de la oferta de todo restaurante de la sierra peruana.
Uno de los platos más auténticos es la pachamanca, una selección de carnes de res, cordero, cerdo y cuy maceradas y cocinadas sobre piedras calientes junto con habas, papas y humitas dentro de un hoyo que se cubre con tierra y hojas de maíz.
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Pachamanca ©Alfonso-Zabala[/caption]
Entre la tradición culinaria andina destacan también las sopas como la patasca, una sopa de mote elaborado con harina de maíz; la sopa verde, una mezcla de chupe con queso y paico; el kapchi de habas y la lawa, con maíz fresco, habas, ají amarillo seco y huacatay o el chairo, con carne de res y cordero, trigo, papas, habas, zapallo y chuño.
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