Aunque a Menorca se la conoce y reconoce como un paraíso natural –por su condición de Reserva de la Biosfera– Menorca atesora también un gran patrimonio arquitectónico militar, fiel reflejo del devenir de la historia en esta isla de ubicación estratégica en el Mediterráneo. Vamos a descubrir Menorca desde sus fortalezas, un interesante viaje cultural por la isla.

 

Recorreremos Menorca desde sus fortalezas

La isla balear ofrece una treintena de edificaciones –entre castillos, fuertes y torres defensivas– pero tres son las que acaparan el mayor interés, por su grandeza y estado de conservación, todas ellas en el puerto de Maó. Vamos a mostraros tres de las fortalezas más importantes de la isla: la fortaleza de La Mola, el fuerte Marlborough y el castillo de Sant Felip junto al puerto de Maó, el segundo natural mayor del mundo.

 

Fortaleza de La Mola

De las tres es la más reciente, pues data del siglo XIX, pero también la más espectacular. Aprovechando los cimientos de una antigua fortificación británica del siglo XVIII, entre 1850 y 1870 se construyó justo en la entrada norte del puerto de Maó la llamada fortaleza de Isabel II en la Mola, una de las mayores de Europa en su época, rodeada por un foso de 1.500 metros lineales y con seis espectaculares miradores con magnificas vistas panorámicas.

Se tardan 2 o 3 horas en recorrerla con detenimiento pero, para facilitar la visita, se pueden alquilar 4×4. En ella destacan varias zonas empezando por la majestuosa Puerta de La Reina. La Mina ofrece un laberinto subterráneo donde se ubicaban los polvorines, almacenes y casamatas.

El Hornabeque, con su enorme plaza de armas, era la primera línea de defensa contra ataques terrestres y acogía las principales piezas de artillería.

La Cortadura era un último reducto defensivo caso de que hubieran tomado el anterior. Y la Galería Aspillerada, un corredor para fusilería de medio kilómetro que defendía el foso. Pero hay otras curiosas zonas, como los Frentes 9-10 (de defensa marítima), la Caponera, los Aljibes, la Torre de la Princesa, la Penitenciaria, las Canteras, la batería Vickers (dos enormes cañones navales) o el Polvorín de la Reina.

 

Fortaleza de la Mola en Menorca
Fortaleza de la Mola

 

Fuerte de Marlborough

Construcción británica que data del siglo XVIII (1720-26) aunque fue reconstruido entre 1789-1802. Ubicado en cala Sant Esteve, en la orilla sur, debe su nombre al general Sir John Churchill, duque de Marlborough. Un fortín con un recinto central heptagonal donde se ubicaban diversas piezas de artillería, creado a partir de un gran foso con una galería excavada en la roca. Desde su parte superior hay una excelente panorámica de la zona histórica del puerto de Maó.

Fuerte Marlborough
Fuerte Marlborough

Castillo de Sant Felip

El más antiguo de los tres, pues data de mediados del siglo XVI, y está ubicado en la localidad de Es Castell –también en la orilla sur– que toma precisamente su nombre de este fortín. Constaba de cuatro baluartes unidos por cuatro cortinas, rodeados por un estrecho y profundo foso escavado en la piedra.

Su superficie es la más castigada pero el gran atractivo está bajo tierra, con diversos niveles de galerías realizadas por españoles e ingleses en sus distintas ocupaciones. En esas galerías vivieron nada más y nada menos que tres mil ingleses –entre soldados y civiles– durante seis meses, hasta que fue conquistado por los españoles en 1782.

Castillo de San Felipe
Castillo de San Felipe

Con estos tres ejemplos para conocer mejor Menorca desde sus fortalezas, en nuestra próxima visita a este paraíso natural, seguro que nos picará la curiosidad por recorrer además su Patrimonio Arquitectónico defensivo.

Más información en:

www.menorca.es

www.fortalesalamola.com 

www.museomilitarmenorca.com

 

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