En la provincia de Burgos acaba de nacer un nuevo atractivo: el columpio panorámico de Santocildes. Situado en un entorno natural de cuento, este columpio ofrece una experiencia única con vistas espectaculares del Valle de Tobalina.
Situado en Las Merindades, en un pequeño pueblo de menos de diez habitantes, el columpio regala unas vistas incomparables del valle y de las montañas que lo rodean. Una propuesta inspiradora y sorprendente que promete convertirse en uno de los rincones más fotografiados de Burgos.
La magia de Santocildes: turismo con alma
Santocildes, diminuta aldea de apenas una decena de vecinos, es un destino que parece detenido en el tiempo. Sus calles empedradas evocan un pasado medieval ligado a la Merindad de Castilla Vieja, mientras que su tranquilidad invita al viajero a desconectar del ruido urbano.
En verano, el pueblo cobra vida gracias a visitantes que buscan calma, aire puro y paisajes infinitos. Basta un breve paseo de diez minutos desde el núcleo urbano para llegar al columpio gigante, situado junto a un merendero cubierto y protegido por un túnel de vegetación. Desde allí, la experiencia es clara: dejarse mecer con vistas al horizonte, divisando los Montes Obarenes y, a lo lejos, la silueta del castillo de Frías.
Este columpio es mucho más que un juego: es un símbolo de unión entre la tierra y el cielo, la tradición y la innovación, y sobre todo, una invitación a vivir Burgos desde otra perspectiva.
Tesoros turísticos cerca de Santocildes
El atractivo de Santocildes no termina en su columpio panorámico. A menos de media hora se encuentran joyas naturales y patrimoniales que convierten la visita en una escapada inolvidable.
- Torre de los Bonifaz (8 minutos en coche). En Lomana, esta fortaleza del siglo XV se alza como vigía silenciosa del valle. Sus muros robustos y ventanas talladas permiten imaginar la vida medieval en Castilla.
- Cascada del Peñón (10 minutos). El río Jerea se precipita en una caída de 12 metros que parece un telón líquido. Sus aguas verdes y brillantes crean un espectáculo natural digno de postal.
- Monasterio de San Miguel (15 minutos). Fundado en el siglo XVI, en San Martín de Don, este templo transmite calma y espiritualidad. La luz dorada del atardecer convierte su interior en un refugio de paz.
- Embalse y Hoces de Sobrón (25 minutos). El río Ebro se abre paso entre paredes rocosas que enmarcan un paisaje perfecto para practicar kayak, pádel surf o disfrutar de caminatas junto al agua.
- Desfiladero del río Purón (25 minutos). Una ruta espectacular desde el pueblo de Herrán, donde el sendero se adentra en un cañón natural esculpido por siglos de erosión. Ideal para senderistas y amantes de la naturaleza.
Cada uno de estos lugares prolonga la magia del viaje, ofreciendo cultura, naturaleza y aventura a escasos kilómetros de Santocildes.
Burgos: turismo entre naturaleza y patrimonio
La provincia de Burgos no solo sorprende con nuevas experiencias turísticas como el columpio de Santocildes. También es origen de la lengua castellana, cuna del primer europeo y escenario de hechos históricos que han dejado huella en la cultura, la arquitectura y las tradiciones de España.
Visitar Burgos es sumergirse en un territorio donde se mezclan patrimonio, naturaleza, gastronomía y hospitalidad. Desde la imponente catedral de Burgos, Patrimonio de la Humanidad, hasta las joyas escondidas en sus valles y montañas, la provincia ofrece infinitas posibilidades para quienes buscan viajes con alma.
El columpio panorámico de Santocildes es un nuevo motivo para poner rumbo a Burgos y dejarse inspirar por su paisaje. Más que un simple atractivo, es una experiencia que combina diversión, contemplación y conexión con la naturaleza. Y lo mejor es que su entorno está lleno de rincones mágicos que hacen que cada visita se convierta en un viaje completo.
Si buscas una escapada diferente, con paisajes que parecen de otro mundo y experiencias que elevan el espíritu, Santocildes y el Valle de Tobalina te esperan con los brazos abiertos.
