Basado en el bestseller de Laurent Binet, “HHhH”, “El hombre del corazón de hierro” es un film trepidante de acción histórica que retrata la figura de Reinhard Heydrich, uno de los mayores carniceros del nazismo, jefe de las SS, la Gestapo y maléfico cerebro de la “Solución Final”, método definitivo para acabar con los judíos. Dirigida por el francés Cédric Jiménez (“Conexión: Marsella”) e interpretada por los actores Jason Clarke (“Everest”) y Rosamund Pike (“Perdida”) en los papeles principales, la película ofrece dos horas de emoción, de ritmo y de datos históricos muy interesantes, algunos no tan conocidos. Efectivamente, Heydrich fue un tipo oscuro, complejo, cruel. En definitiva, una de las figuras más peligrosas del régimen nazi. Situada en medio de la Segunda Guerra Mundial cuando el Tercer Reich estaba en su máximo apogeo, hacia 1942, la película se centra en la personalidad y en las claves para entender la psicología de un personaje tan siniestro.

“El hombre del corazón de hierro”, apodo con el que el propio Hitler bautizó a Heydrich, es la adaptación cinematográfica de la novela ‘HHhH’, publicada en más de 20 países. Del mismo modo que en la novela, la película se remonta a la caza de Reinhard Heydrich por parte de la valiente resistencia checa. La historia muestra cómo un grupo de jóvenes checoslovacos residentes en Londres emprendieron una misión imposible con el fin de asesinarlo.

‘HHhH’ son las siglas que corresponden a la frase en alemán Himmlers Hirn Hei?t Heydrich, “El cerebro de Himmler se llama Heydrich”. Esto es lo que se decía en las SS de Reinhard Heydrich, jefe de la Gestapo, considerado el hombre más peligroso del Tercer Reich y una de las figuras más enigmáticas del nazismo. En 1942 dos miembros de la Resistencia aterrizan en paracaídas en Praga con la misión de acabar con su vida. Fue la operación militar más ambiciosa de la Segunda Guerra Mundial, ideada desde Londres, llamada Antropoide. Dos jóvenes reclutas, Jozef Gabcik (Jack Reynor) y Jan Kubis (Jack O’Connell), son los enviados a Praga para asesinar al líder nazi más cruel de todos, Reinhard Heydrich.

Se trata de una película que nos tiene en vilo a lo largo de su metraje. Posee un guion muy original, bien estructurado y contado con una cierta complejidad que da riqueza al argumento. Tanto la dirección de Cédric Jiménez, un maestro en las escenas de acción y suspense, como ya demostró en “Conexión: Marsella”, como las diferentes interpretaciones brillan en un film que nos vuelve a demostrar que la calidad cinematográfica no está reñida con la comercialidad y el entretenimiento más puro.

Carmen Pineda

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