La tecnología ha cambiado cómo los ciudadanos se relacionan, compran y viajan. El turismo es uno de los sectores más afectados, y una de las firmas que ha revolucionado la industria es Airbnb, la plataforma que conecta ciudadanos dispuestos a alojar en sus casasa viajeros y que ofrecen no solo acogerlos, sino una experienciadiferente. Es hacia donde va el turismo: personalización total, se viaje por placer o por negocios.
“La gente está cambiando su manera de pensar acerca de los viajes. Sea por ocio o negocios, cuando viajan quieren tener una conexión con el lugar, alguien que sea local, y sentir que son uno más: vivir la experiencia, no que es un simple viaje”, destaca a este diarioMichael Curtis, vicepresidente de ingeniería de Airbnb.
La compañía lo sabe gracias a los datos: no solo por el aumento de laoferta y las reservas, sino también porque crece la comunicación entre los huéspedes y porque cada vez más empresas utilizan la plataforma. Para lograr ofrecer una mejor experiencia, Airbnb ha rediseñado su aplicación e incluido las Guías de la ciudad,elaboradas por los propios anfitriones, que destacan lo mejor de cada lugar (en competencia con Lonely Planet).
Cada vez más empresas usan Airbnb para los viajes de sus empleados
Pero también está introduciendo cambios internos en su plataforma. “Nosotros desarrollamos tecnología que pone en contacto a personas con personas. Pero el producto que realmente vendemos es otro, es la experiencia, la realidad, una habitación, por lo que nuestro objetivo es conseguir el mejor emparejamiento entre huésped y anfitrión para crear la experiencia perfecta”, destaca. Lo que ha detectado la firma es que cada viajero busca cosas diferentes y cada anfitrión tiene sus preferencias. Por ello, analizan cómo y qué busca cada usuario para ofrecerle los mejores resultados, el mejor viaje posible. Muy lejos del clásico búsqueda por precio o zona de otros servicios.
“Un ejemplo son los anfitriones: algunos aceptan reservas solo con mucha antelación y otros, solo para fechas cercanas. Dependiendo de cuándo quieres viajar, al hacer una búsqueda, obtendrás unos resultados u otros”, explica. Ese es el futuro del sector: “Mejoraremos qué sabemos del usuario para ofrecerle lo que realmente busque”, agrega. Es algo parecido a lo que hace Netflix, con un gran algoritmo que recomienda producciones que pueden interesar a los clientes basándose en las películas y series que han visto, pero aplicado al turismo. Es decir: turismo cercano y realmente personalizado. Todo ello, en un entorno móvil. “Es claramente el futuro. La gente casi no reservará en el ordenador, casi todo será móvil. El que tiene un teléfono no quiere navegar entre páginas y páginas con decenas de opciones. Tenemos que ser capaces de dar en solo 10 resultados una propuesta que realmente se adapte a sus expectativas y que pueda reservarla en dos toques”.
Para lograrlo, esta empresa valorada en más de 22.000 millones de euros, tiene un equipo de 350 ingenieros (que Curtis dirige) que incorporan “unos 20 cambios en la web cada día”, explica. “En la empresa funcionamos por objetivos que queremos lograr. Definimos el futuro, las cuestiones a resolver, y dejamos que los equipos elijan en qué quieran trabajar”. Curtis sabe que cuidar a los empleados es vital: él mismo pudo introducirse en el sector cuando era joven gracias a un empresario. Curtis trabajaba en una cafetería y al saber que uno de sus clientes tenía una empresa tecnológica, le insistió en que quería realizar prácticas. Pese a no tener conocimientos de informática, fue fichado como recepcionista. Aprendió sobre la materia, trabajó en Altavista, Aol, Yahoo y Facebook, y ahora en Airbnb. La plataforma alcanzó las 80 millones de reservas en el 2016, pese a los problemas legales que se ha encontrado en países como España. En Barcelona, hospedó a 889.000 personas solo el año pasado
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