En las entrañas del Alto Ampurdán se encuentran las Bodegas Perelada
Fue allí donde unos monjes carmelitas en el siglo XIV iniciaron el milenario cultivo de la vid, en el Monasterio del Carme contiguo al Castillo de Peralada, es Damiá Mateu el comprador del mismo en 1923 el que recupera los orígenes enológicos del enclave. Tres generaciones después, sus nietos, los tres hermanos Suqué Mateu en mayo de 2022 han podido inaugurar su nueva bodega, una maravilla arquitectónica firmada por el estudio RCR Arquitectes de Olot, premio PRITZKER 2017, que además de integrarse en el paisaje con absoluto mimetismo es líder europea en sostenibilidad.
Paisaje y estructura en perfecta armonía
Sin alterar el paisaje con la construcción, ni los materiales ni la tonalidad de los mismo han modificado el entorno natural que cobija la nueva Bodega. El proyecto nace en 2004 y es especialmente Javier Suqué, uno de los hermanos que además es presidente del grupo Peralada, el que desde hacía 25 años soñaba con construir una bodega en la antigua granja, junto al castillo, ocupada por cabras, vacas y caballos desde los años 40. Una bodega con alma que por fuera mantiene la estructura de la granja pero que por dentro esconde una estructura de 18.000 m2 que busca el reposo de sus vinos.
Esta obra faraónica sufrió los embistes de la crisis en 2008; por prudencia pararon hasta el 2016; desde entonces y hasta mayo de 2022 ni la pandemia del Covid la han frenado.
Un parterre con plantas aromáticas autóctonas, a modo de jardín, envuelve lo que externamente parecen las distintas edificaciones de una granja. Son las entrañas de esta edificación las que esconden una bodega con certificación ambiental y energética LEED GOLD, única en Europa, que acreditan la sostenibilidad y la alta eficiencia de su diseño y construcción. El componente sostenible de la bodega es importantísimo, además del aprovechamiento del agua de la lluvia, 400 pilares de geotermia permiten también aprovechar las oscilaciones térmicas que se producen.
La visita a la bodega se inicia en una sala de proyecciones donde partiendo de los orígenes enológicos del enclave, nos presentan al alma de este proyecto, una familia y una pasión por hacer una propuesta enológica de vanguardia destinada a perdurar.
Continuamos con la visita virtual a cada una de las 5 fincas de viñedos que integran Perelada, 150 hectáreas en total con una distancia máxima de 25 km, todos ellos en el Alto Ampurdán; cada una de estas fincas tiene matices propios incluso las hay influenciadas por el mar y otras azotadas por la tramontana que determinan matices en la uva; 5 fincas que determinan 5 tipos de terroir; a los pies de las pantallas, una muestra de la tierra en la que crecen las vides nos sitúa en cada escenario.
Una bodega creada para respetar al máximo la uva
El recorrido por los distintos espacios de la bodega nos permite ir descubriendo salas, cada una es una fase de del proceso de creación del vino. Con la nueva bodega se ha pasado de 80 a 180 depósitos, de distintas capacidades, pero no es para producir más, sino para que cada finca tenga un espacio propio, respetando al máximo lo que viento, sol, influjo del mar o agua e incluso su movimiento transmite a la uva de cada territorio, respetar cada peculiaridad y no mezclar es el dogma.
Una estructura interior sin columnas
Culminada por una gran bóveda; grandes muros de hormigón texturizado en madera en las salas que así lo sugiera la actividad; desplazamientos por pasarelas en un nivel superior para visitar la bodega sin interferir o molestar en la tarea enológica; posibilidad de emplear juegos de luz, como en la sala de barricas, para hacerla más visual y cálida; salas a las que arquitectónicamente se les ha dado un aspecto más cavernoso (más próximo a la tierra) frente a otras más sugestivas para imaginar la crianza en las barricas, son ejemplos de su espíritu innovador que sorprende al visitante.
También desde el punto de vista técnico están innovando, desde 2020 practican el sistema Oresteo que consiste en aprovechar el carbónico que se produce durante la fermentación del vino recogiéndolo y aprovechándolo para otro depósito que ya contiene aromas. Las uvas están como en un spa, constantemente flotando con sus pieles; además se ahorra energía pues no es necesario el empleo de bombas.
La genialidad llega con dos salas únicas: el Templo del vino, una bodega dentro de la bodega donde se hacen los vinos más exclusivos como Garbet y la Biblioteca de los vinos, donde se guardan botellas de cada finca y cada año para llevar un registro histórico y ver cómo evoluciona cada variedad.
Otras actividades que se pueden realizar son: una cata de vinos, dentro de la misma bodega y con vistas al jardín de plantas aromáticas; una propuesta enogastronómica propia en el exclusivo y magníficamente decorado Wine bar Celler 1923, que ofrece platos inspirados en la gastronomía ampurdanesa de 1923 maridados con vinos de Perelada; pasar unos días de descanso en el Peralada Resort disfrutando del golf o de la relajación en el Wine Spa; visitar los jardines del Castillo-Casino de Peralada, en estos se encuentran el Monasterio del Carme cuya biblioteca contiene más de 100.000 volúmenes, y especialmente bello es su claustro o también visitar el Museo del Vino, en el interior de la fortificación; disfrutar de la oferta gastronómica tanto del hotel de la mano de Paco Pérez como del restaurante con estrella Michelin del Castell-casino; la oferta cultural que puede servir de excusa para visitar todo podría ser el Festival Castell de Peralada que desde 1987 la familia Suqué Mateu potencia con especial exaltación a la lírica y la danza.
Una curiosidad que tal vez tengáis y que es un tanto sutil, ¿por qué la Bodega es Perelada y el Castillo o el Resort es Peralada? Peralada es una localidad o Municipio de Gerona y una antigua legislación impedía usar los nombres propios de localidades en marcas, posteriormente se cambió la ley, pero Perelada permanece.
Mas información en:
Bodega Perelada
https://perelada.com/
Hotel, Spa y Casino de Peralada
https://www.hotelperalada.com/es