Naturaleza, cultura y sabor en el corazón del Tajo-Tajuña
En el corazón de Guadalajara, entre los ríos Tajo y Tajuña, se extiende una tierra que Camilo José Cela recorrió a pie y retrató con fascinación: la Alcarria del Tajo-Tajuña. Hoy, este rincón de Castilla-La Mancha vuelve a conquistar viajeros con su mezcla de naturaleza intacta, pueblos con alma y una oferta turística que sorprende por su autenticidad. Bajo el impulso de FADETA, el grupo de desarrollo rural que lleva más de 25 años trabajando por el territorio, la comarca se revela como un destino vivo, diverso y con personalidad propia.
Siete rutas para descubrir la Alcarria más genuina
La propuesta turística de FADETA se articula en torno a siete rutas temáticas que permiten al visitante adentrarse en la esencia de la comarca. Siete maneras de recorrer paisajes, tradiciones y sabores que hablan de una Alcarria que ha sabido mirar al futuro sin perder sus raíces.
- Ruta del Agua (Entrerríos): El Mar de Castilla, con el embalse de Entrepeñas como gran protagonista, ofrece un espacio ideal para deportes náuticos, pesca o simplemente desconectar frente al agua. El turismo fluvial encuentra aquí uno de sus mejores escenarios.
- Ruta de la Lavanda: Los campos de lavanda que tiñen de violeta la comarca en julio son hoy un icono visual. Más allá de la estampa, esta ruta incluye el Festival de la Lavanda, actividades en torno al perfume y productos artesanales que convierten la visita en una experiencia sensorial.
- Ruta del Románico Rural: Iglesias y ermitas salpicadas por pueblos pequeños nos devuelven al medievo. Esta ruta pone en valor el patrimonio religioso y arquitectónico que permanece casi intacto, como en un viaje detenido en el tiempo.
- Ruta del Patrimonio Etnográfico: Museos locales, antiguas almazaras, lagares y oficios perdidos se presentan al visitante como una lección viva de antropología rural.
- Ruta del Viaje a la Alcarria: Inspirada en la célebre obra de Cela, permite seguir sus pasos por los mismos pueblos que él visitó, reinterpretando su mirada literaria con ojos contemporáneos.
- Ruta del Paisaje y la Naturaleza: Parajes como el Alto Tajo, las hoces del Tajuña o la sierra de Altomira son joyas paisajísticas poco conocidas que permiten practicar senderismo, bicicleta o simplemente contemplar el silencio.
- Ruta Gastronómica y de Productos Locales: Desde mieles y aceites hasta vinos, quesos o dulces conventuales, la Alcarria ofrece una despensa que se degusta con autenticidad.
Pueblos con alma
La comarca está formada por 41 municipios y decenas de pedanías, pequeños núcleos que conservan el sabor de la vida rural y que sorprenden por su belleza serena y su autenticidad. A continuación, una breve pincelada de algunos de ellos, a modo de invitación:
- Brihuega: Conocido como el jardín de la Alcarria, es epicentro de la lavanda y posee un patrimonio histórico destacable, con murallas, iglesias y un castillo medieval.
- Cifuentes: Centro cultural y natural, cuenta con un rico patrimonio entre el que destaca la Iglesia de El Salvador y un castillo, además de una interesante red de senderos.
- Trillo: Baños termales, naturaleza y su emblemática cascada del Cifuentes hacen de este municipio una parada imprescindible.
- Alocén: Mirador natural sobre el embalse de Entrepeñas, es un pueblo tranquilo donde se respira paz.
- Sacedón: A orillas del Mar de Castilla, es ideal para deportes acuáticos y para explorar los entornos naturales del embalse.
- Alcocer: En el corazón de la localidad se alza la majestuosa iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, conocida popularmente como la Catedral de la Alcarria por su imponente porte y su sobria elegancia renacentista. Construida en el siglo XVI sobre un templo anterior, destaca por su robusta torre, sus proporciones monumentales y una portada plateresca
- Gárgoles de Abajo y de Arriba: Con su iglesia, lavaderos antiguos y fiestas locales, son una muestra perfecta del carácter alcarreño.
- Escamilla: En Escamilla destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación, con su elegante torre barroca coronada por la singular veleta conocida como la “Giralda”. Cada verano, los campos de lavanda tiñen el paisaje de púrpura y aroma. Un pueblo donde tradición y naturaleza se dan la mano.
Cada uno de estos pueblos tiene algo que contar. Sus gentes, sus fiestas o sus plazas invitan a detenerse y dejarse llevar.
Más allá del verano
Aunque el momento álgido del turismo llega en julio, con el Festival de la Lavanda, la comarca es un destino de cuatro estaciones. El otoño tiñe de ocres los campos, pero también de rojo con la explosión del zumaque; el invierno invita al recogimiento en casas rurales con chimenea; la primavera con los brotes de roble y otras plantas pinta de verde el entorno y el verano estalla entre el azul del cielo y el violeta de la lavanda.
Un destino rural con alma… y con futuro
Camilo José Cela escribió que “la Alcarria es un hermoso país al que a la gente no le da la gana ir”. Hoy, esa percepción ha cambiado. La Alcarria del Tajo-Tajuña se ha consolidado como uno de los destinos de turismo rural más atractivos de Castilla-La Mancha, gracias al trabajo de asociaciones como FADETA y al empuje de quienes creen en un futuro con raíces.
Naturaleza, patrimonio, gastronomía, pueblos con historia y rutas para todos los gustos hacen de esta comarca un lugar para visitar en cualquier época del año. Desde los campos de lavanda hasta los paisajes del Mar de Castilla, pasando por castillos, iglesias, museos y productos locales de calidad, esta tierra sorprende y conquista.
