El Danubio Azul en el espacio: el vals de Strauss que por fin viaja más allá de la Tierra
Viena no solo es una ciudad, es una banda sonora. Sus calles suenan a orquestas, a elegancia y a compases de tres tiempos. Desde los salones del siglo XIX hasta el imaginario colectivo de medio mundo, el vals vienés ha sido una de las exportaciones culturales más poderosas de Europa. Y entre todos sus compositores, uno reina por encima del resto: Johann Strauss hijo, el llamado “Rey del Vals”, autor de piezas inmortales como El Danubio Azul, convertida en himno no oficial de Austria y símbolo sonoro de la ciudad imperial.
La ESA, fundada en 1975 y con sedes en París, Noordwijk o Darmstadt, se ha convertido en una pieza clave del engranaje aeroespacial mundial. Pero este gesto va más allá de la ciencia: es también un acto poético. Una rectificación cultural que repara una omisión en la célebre selección del disco de oro que viaja a bordo de las Voyager desde 1977, cuando el vals más emblemático de la humanidad fue inexplicablemente excluido de la banda sonora del planeta.
El Danubio Azul ya suena en el espacio: Viena y la ESA corrigen el error musical de la NASA 47 años después
El 31 de mayo de 2025, una melodía que ha hecho bailar a generaciones emprendió su viaje más ambicioso: el vals El Danubio azul de Johann Strauss hijo fue transmitido al espacio, en un acto que une la tradición musical vienesa con la exploración cósmica.

Una corrección simbólica a un olvido de 1977
En 1977, la NASA lanzó las sondas Voyager 1 y 2, cada una equipada con un disco de oro que contenía una selección de sonidos e imágenes representativos de la diversidad de la vida y la cultura en la Tierra. Entre las 27 piezas musicales incluidas, se encontraban obras de Bach, Beethoven y Stravinski, pero sorprendentemente, el icónico vals de Strauss no fue seleccionado. Dado su fuerte vínculo con la exploración espacial, especialmente tras su inclusión en la película «2001: Una odisea del espacio» de Stanley Kubrick, esta omisión ha sido considerada por muchos como un «error cósmico»
La misión «Waltz into Space»
Para enmendar este olvido, la Oficina de Turismo de Viena y la Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la Wiener Symphoniker, organizaron la misión «Waltz into Space». El evento conmemoró el bicentenario del nacimiento de Strauss y el 50 aniversario de la ESA. La orquesta interpretó el vals en el Museo de Artes Aplicadas de Viena, bajo la dirección de Petr Popelka. La interpretación fue transmitida en tiempo real a la antena de espacio profundo DSA 2 de la ESA en Cebreros, España, desde donde se envió al espacio como una onda electromagnética a la velocidad de la luz, un viaje de 23 horas hacia la Voyager 1.

La señal del vals tardará aproximadamente 23 horas en alcanzar la sonda Voyager 1, no será hasta el domingo 1 de junio sobre las 20,30 hora española, ya que actualmente se encuentra a unos 25.000 millones de kilómetros de la Tierra, en el espacio interestelar.
Participación global a través de «SpaceNotes»
La iniciativa también permitió la participación del público mediante el proyecto «SpaceNotes», que ofreció la oportunidad de apadrinar una de las 13.743 notas del vals. Personas de 92 países, incluyendo 858 participantes de España, se unieron simbólicamente a este viaje musical al espacio.
Una celebración de la cultura y la ciencia
El evento fue retransmitido en directo en varias ciudades, incluyendo Viena, Madrid y Nueva York, permitiendo que personas de todo el mundo se unieran a esta celebración única que fusiona arte, ciencia y tecnología.
Con «Waltz into Space», Viena y la ESA no solo han rendido homenaje a Johann Strauss hijo, sino que también han reafirmado el poder de la música como lenguaje universal, capaz de trascender fronteras y conectar a la humanidad con las estrellas.
