En un continente que late con fuerza y diversidad, Sudáfrica se perfila como uno de los destinos turísticos más completos del hemisferio sur. Desde su legado histórico hasta su sorprendente biodiversidad, el país apuesta por un modelo de turismo sostenible, auténtico y cada vez más conectado con el mundo.
En el marco de la feria Africa’s Travel Indaba en Durban, conversamos con la Directora Ejecutiva de Turismo de Sudáfrica sobre las oportunidades, desafíos y conexiones culturales que definen el presente y futuro del sector turístico sudafricano.
Nombulelo Guliwe
fue nombrada en febrero de 2024 y aporta más de una década de experiencia en liderazgo y gestión financiera, habiendo sido anteriormente directora financiera de la misma institución, siendo la persona más joven y la primera mujer negra en ocupar ese cargo. Economista de formación, Guliwe se destaca por su visión estratégica y su compromiso con un crecimiento turístico inclusivo y sostenible. Actualmente lidera los esfuerzos para revitalizar la imagen global de Sudáfrica como destino turístico y potenciar el impacto económico del sector a través de los viajes.
¿Qué destinos recomienda para quienes visitan Sudáfrica por primera vez, más allá del safari?
La provincia del Cabo del Norte se presenta como un destino emergente ideal para quienes buscan experiencias auténticas y sostenibles. El astroturismo es una gran oportunidad, con cielos limpios, espacios abiertos y sin saturación turística. Frente a regiones más consolidadas como Ciudad del Cabo o el Parque Kruger, esta zona ofrece una alternativa respetuosa con el medio ambiente.
¿Qué impacto tiene el turismo en la vida cotidiana de los sudafricanos?
El turismo tiene un papel vital en nuestra economía. Cada visitante contribuye a la creación de empleo en toda la cadena de valor y también enriquece culturalmente al país. Muchos sudafricanos no pueden permitirse viajar al extranjero, así que cuando recibimos visitantes, conocemos otras culturas gracias a ellos.
¿Cuál es su perspectiva sobre los turistas españoles y su conexión con Sudáfrica?
Creo que hay muchas similitudes entre sudafricanos y españoles. Compartimos la pasión por la música, el buen ambiente y la vida nocturna. Esa conexión natural puede convertirse en un vínculo duradero. Más allá de los paisajes o los hoteles, lo que hace que un visitante vuelva son las relaciones humanas.
¿Qué importancia tiene establecer un vuelo directo entre Madrid y Johannesburgo?
La accesibilidad es clave. Si venir aquí es complicado, los turistas elegirán otro destino. Por eso trabajamos con todas las aerolíneas dispuestas a mejorar la conectividad, y buscamos eliminar obstáculos como los visados para facilitar el flujo de visitantes desde mercados como España, China o India.
¿Cuáles son los desafíos actuales que enfrenta el turismo sudafricano?
Uno de los principales retos es asegurar infraestructuras adecuadas y sostenibles en destinos como Durban, que ha enfrentado problemas en sus playas. Estamos trabajando junto al gobierno para que sean espacios seguros y limpios para todos.
¿Qué nuevas propuestas turísticas destacaría?
La apertura del resort Club Med en 2026 será una gran apuesta. Queremos que quien venga desde Europa viva varias experiencias: playa, naturaleza, cultura y aventura en un solo viaje.
¿Qué experiencias únicas ofrece Sudáfrica más allá de los safaris tradicionales?
Sudáfrica es mucho más que safaris. Ofrecemos una diversidad de experiencias: desde el Festival Nacional de las Artes en Grahamstown, hasta la gastronomía y los vinos en Franschhoek, o el avistamiento de ballenas en Hermanus. Cada rincón tiene algo especial que ofrecer.
¿Cómo está Sudáfrica promoviendo el turismo sostenible y responsable?
La sostenibilidad es una prioridad. Cerca del 10% de nuestro territorio está protegido y estamos impulsando prácticas ecológicas en alojamientos y turismo comunitario. También trabajamos en la protección de nuestros ecosistemas marinos. Queremos que los visitantes disfruten nuestras maravillas de manera responsable.
Sudáfrica mira al futuro con ambición y realismo. Lejos de conformarse con sus iconos clásicos —el Kruger, Ciudad del Cabo o la Ruta Jardín— el país apuesta ahora por experiencias más sostenibles, inmersivas y descentralizadas. La apertura a nuevos mercados, mejoras de las conectividades aéreas y la promoción de destinos emergentes como el Cabo del Norte o Durban reflejan un cambio de paradigma. La clave, como afirma su portavoz, está en la conexión humana: “Los viajeros no regresan solo por los paisajes, sino por cómo les hicimos sentir”. Y en eso, Sudáfrica lleva ventaja.