Un año más marzo marca el cambio de estación, el paso del invierno a la primavera donde las ciudades empiezan a llenarse de color gracias a sus flores y árboles. La primavera en Japón es un espectáculo representado por sus jardines tradicionales; aunque el arte de estos paisajes es conocido internacionalmente, aún quedan muchas curiosidades por descubrir.
Fotos cedidas por Ueyakato Landscape.
Los profesionales de Ueyakato Landscape, expertos reconocidos a nivel mundial en jardinería y en paisajismo, revelan algunos los secretos mejor guardados del arte de cuidar jardines de Kioto y comparten técnicas y recomendaciones para recrear un jardín japonés en casa. Detrás del trabajo que realiza Ueyakato Landscape están algunos de los jardines más icónicos de Kioto como el Centro Internacional de Conferencias de Kioto o el espectacular jardín de Murin-an. Michael Shapiro, relaciones públicas de la firma, ofrece algunas de las pautas que siguen estos expertos jardineros para traer la primavera de la ciudad japonesa a cualquier lugar del mundo.
La naturaleza, fuente de inspiración
Los jardines japoneses son internacionalmente conocidos e imitados en muchas partes del mundo. Cada uno de ellos es especial y particular, pero hay ciertas similitudes que se repiten en la mayoría de ellos, como el protagonismo de la disposición de las piedras, que perduran más tiempo que las plantas, que inevitablemente van cambiando con el tiempo. Mantener un paraje de estas características requiere de tiempo e implicación en los detalles. Michael Shapiro indica que “un jardín japonés no solo requiere de un cuidado diario y constante, sino también la mirada cuidadosa de un jardinero con muchos años de experiencia.” La topografía del entorno también es muy importante. Shapiro añade que “los jardineros son siempre conscientes de que trabajan con la topografía natural del jardín y que su objetivo es crear escenarios que resalten la belleza de ese paisaje tanto como sea posible. Su trabajo prevé el aspecto que debería tener un jardín dentro de diez años.”
Una orografía que enamora los sentidos
Algunos jardines japoneses tienen una colina artificial llamada “tsukiyama”; otros que son totalmente llanos son llamados “hiraniwa” (o jardín plano). Los diseños determinan los puntos focales de estos espacios: un jardín «hiraniwa» normalmente pone el acento en un elemento visual dentro del paisaje del jardín, ya sea un arreglo de piedra o elementos asociados con la ceremonia del té. Un jardín «tsukiyama» emplea a menudo las colinas artificiales para crear continuidad entre el paisaje del jardín y la topografía natural circundante.
El cambio climático amenaza este arte milenario
Veranos más largos y altas temperaturas complican el mantenimiento de estos parajes, que están pensados para florecer, cambiar de color y de formas con las estaciones. Este problema global puede dañar fácilmente los hábitats del musgo e incluso hacer que las hojas de los árboles cambien de color antes del otoño, lo que estropea, por ejemplo, la experiencia del momiji y sus colores naranjas y ocres. Los expertos de Ueyakato Landscape quieren invitar a reflexionar sobre el delicado equilibrio que permite recrear espacios únicos y de espectacular belleza, cuya conservación se ve afectada por la alteración de las estaciones causadas por el cambio climático.
¿Cómo crear tu jardín japonés en casa?
¿Pensando en tener un oasis oriental? Según los jardineros de Ueyakato Landscape, hay jardines de todos los tamaños, incluso para un piso pequeño. En el siglo XVI en las «residencias de montaña en la ciudad» (shichū no sankyo), imitaciones del estilo rural con pequeñas zonas ajardinadas para invitar a la relajación y que utilizaban el espacio limitado del entorno urbano de Kioto. Michael Shapiro aconseja primero decidir qué tipo de jardín se quiere crear, qué uso se le va a dar y centrarse en los puntos que ayudarán a resaltar la belleza del espacio. Sin olvidarse de inspirarse en otros jardines y en «confiar en el juicio estético propio».
Kioto y sus jardines
La ciudad está rodeada de innumerables maravillosos jardines por los que te puedes perder, aunque Ueyakato Landscape recomienda tres de obligada visita: Murin-an, con su «tsukiyama» integrada en un pequeño río alimentado por el vecino lago Biwa; rodeado de las montañas y un césped luminoso; el Jardín Hojo del templo Nanzen-ji, con un paisaje de jardín seco zen caracterizado por seis sugerentes piedras que están separadas de los visitantes por un mar de extensa grava blanca; y el Shosei-en del templo Higashi Hongan-ji, situado cerca de la estación de Kioto, y que cuenta con un estanque peatonal y trece extraordinarias escenas visibles desde distintas zonas del jardín.