Fuentes termales en las profundidades de las montañas, al borde del mar, en el interior de un edificio o al aire libre, de uso municipal o privado, construidas en piedra o en madera, son algunas de las numerosas opciones que se pueden encontrar en Japón para disfrutar de los llamados onsen. Destino turístico favorito de los japoneses, los onsen son fuentes termales naturales, de aguas calientes cargadas de minerales por su contacto con los volcanes que constituyen una de las prácticas de bienestar y salud más extendida entre la población. Prueba de ello es que hay alrededor de 3.000 repartidos por todo el territorio.
En este tipo de baños de aguas termales existen algunas normas que es importante conocer con antelación. Por ejemplo, se pone a disposición de los visitantes una toalla que no se debe mojar al tomar el baño. Además, antes de sumergirse en las relajantes aguas es imprescindible lavarse bien con agua, jabón y champú, que se encuentra en una zona habilitada para ello. Una vez el cuerpo limpio ya se puede disfrutar del baño. Por lo general, el agua está entre 39 y 42 °C, temperatura idónea para relajarse y disfrutar de unos minutos de descanso. Además, este momento tan especial se suele intercalar con duchas frescas o, incluso, pequeños descansos al borde del onsen que permiten desconectar y contemplar la naturaleza.
Viaje de relax
Los tres onsen considerados como los más importantes del país son Kusatsu, Arima y Gero. Kusatsu está situado en la prefectura de Gunma, cerca de Tokio. Según una creencia popular, esta fuente fue descubierta por el príncipe mitológico Yamatotakeru-no-mikoto y sus aguas curan todas las enfermedades. Desde hace varios años este baño ocupa la primera posición del ranking anual sobre los 100 mejores onsen de Japón.
Arima Onsen (Hyogo) cuenta con dos tipos de fuentes: Kinsen (la fuente de oro), de la que emana agua ferruginosa muy caliente de color marrón-rojizo, y Ginsen (la fuente de plata), con agua transparente y gasificada de forma natural. El tercer onsen más famoso de Japón es el de Gero Onsen (Gifu), cuyas aguas claras han sido empleadas desde la antigüedad por los hospitales y las instituciones de investigación médica para realizar baños terapéuticos a los enfermos.
Otro de los baños termales destacados es Dogo Onsen. Está situado en la ciudad de Matsuyama en la isla de Shikoku y es uno de los más antiguos de Japón. Además, su edificio está catalogado como Patrimonio de Importancia Cultural. Hay referencias a las aguas termales de la zona en obras literarias tan antiguas como el Genji Monogatari de principios del siglo XI, más contemporáneas de principios del siglo XX como en Botchan de Soseki Natsume e incluso Dogo Onsen sirvió de modelo en la película de animación El Viaje de Chihiro de Hayao Miyazaki.
Otro de los más antiguos es Atami onsen, cuyos orígenes se remontan a hace unos 1250 años, cuando se encontraron fuentes de agua caliente en el mar. Su alto contenido en sal permite que estas aguas sean beneficiosas para mitigar la sensibilidad al frío y los problemas de neuralgia, además tensan la piel y son idóneas para tonificar el cuerpo.
Ciudades onsen
Muchas ciudades japonesas concentran numerosos onsen en un mismo territorio, permitiendo incluso hacer rutas para disfrutar de las cualidades de cada uno de ellos. Entre ellas destaca la ciudad de Beppu (en la isla de Ky?sh?), abierta por un lado al mar y unida por el otro lado a los montes Tsurumi y Yufu. Junto a esta montaña y a orillas del río Yufu se encuentran una docena de onsen, alojamientos ryokan y minshuku, además de museos, galerías de arte y restaurantes.
Aquí es conocido el Jigoku meguri o “Paseo por los infiernos de Beppu”, uno de los lugares catalogados como de gran belleza paisajística por sus baños humeantes y de diversos colores.
Al norte de la prefectura de Hyogo, está Kinosaki Onsen, una ciudad construida a lo largo de un río rodeado de sauces. Sus aguas termales fueron descubiertas sobre el siglo VIII y desde entonces es destino habitual para disfrutar de onsen en esta región e incluso es típico ver a los huéspedes pasear de un onsen a otro ataviados con yukata y geta (zuecos de madera).
En la prefectura de Yamagata se encuentra Ginzan Onsen, una pequeña localidad de calles estrechas y antiguos edificios de madera que cuenta con numerosos ryokan con onsen, así como varios baños públicos. Con las grandes nevadas del invierno el centro ofrece una imagen,especialmente bonita en invierno gracias a las grandes nevadas.
Otras regiones
Destacan también los onsen de la región de Fuji-Hakone, además, Hakone-onsen es un término genérico que designa varias fuentes termales alrededor del monte Hakone en el Parque Nacional Fuji-Hakone-Izu. Estas fuentes eran muy populares durante el período Edo (1603-1867), ya que marcaban un paso importante en el camino de Tokaido que unía Tokio y Kioto. Cada balneario se distingue por su atmósfera y la calidad de sus aguas, y por tanto, en un perímetro relativamente pequeño se pueden experimentar diferentes tipos de fuentes. Además, es un lugar turístico importante, porque aquí se puede disfrutar de la cadena montañosa -situada entre el monte Kami (punto más alto de Hakone) y el monte Komagatake-, del lago Ashi, originado sobre un cráter volcánico, en un cráter volcánico, del monte Fuji al oeste y de las hermosas bahías de Suruga y Sagami al sureste. A sólo 90 minutos de Tokio, es una de las ciudades balnearios más populares de Japón.
Otro de los puntos clave es la prefectura de Nagano, que concentra más de 200 áreas de aguas termales. Entre ellas se encuentran fuentes de diferentes formas, tamaños, colores y estilos. Entre las ciudades más señaladas de este territorio se encuentra Nozawa Onsen, que además de tener un onsen que data del siglo VIII, cuenta con numerosas instalaciones de alojamiento tradicional y una estación de esquí. En esta ciudad hay 13 baños públicos, entre los que destaca Oyu, de arquitectura de madera tradicional y más de 30 manantiales naturales que abastecen a los ryokan, uno de ellos, denominado Ogama, es donde algunos lugareños acostumbran a cocinar vegetales en sus aguas calientes.
En Nagano se encuentra el parque Jigokudani Monkey Park, donde habitan los llamados ‘monos de nieve’ a los que se puede ver disfrutando también de un baño en las aguas termales.
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