Si la historia te fascina, en esta ruta por los mosaicos del sur de Anatolia encontrarás razones históricas para realizarla; sentir que pisas lugares tan emblemáticos como Antioquia o Sanliurfa (Urfa), la antigua Edesa, una importante ciudad del norte de Mesopotamia son nombres que seducen con sólo mencionarlos. Cuna de grandes civilizaciones y punto de encuentro de las principales religiones actuales. Observando los mosaicos entenderemos mucho sobre la historia de este territorio y también de sus costumbres. ¿Comenzamos?
Un apasionado Viaje por el sur de Turquía
Volamos desde Estambul hasta Hatay, provincia al sur de Turquía limítrofe con Siria, de hecho, Siria sigue reclamando esta provincia. Hatay fue un estado independiente que pasó por el dominio francés hasta 1939 que fue cedida a Turquía. Su capital Antioquía (Antakya) está bañada por el río Orontes, que desemboca en el Mar Mediterráneo, a unos 22 km.
Antioquía (Antakya)
Sus orígenes se remontan a la milenaria ciudad helenística y romana de “Antiochia ad Orontes”. Fue fundada a finales del siglo IV a. C. por Seleuco I conocido como Nicátor nombrándola capital de su imperio en Siria. Seleuco I había servido como general con Alejandro Magno, y el nombre fue puesto en honor a su padre, Antíoco. Durante el Alto Imperio Romano, Antioquía llegó a tener unos 500. 000 habitantes, convirtiéndose en la tercera ciudad del Imperio Romano. La ciudad, además, se encontraba en un cruce de vías fluviales y terrestres utilizadas desde la prehistoria para transitar entre África, Asia y Europa. Mesopotámicos, egipcios, fenicios… habitaron durante milenios antes de surgir el asentamiento helenístico.
Cuando los romanos conquistaron la región en el siglo I a. C. la eligieron como capital de la provincia de Siria. Debido a su importancia como núcleo administrativo, militar y comercial, varios emperadores realizaron obras públicas para levantar una ciudad grandiosa que solo la propia Roma y Alejandría superaban el esplendor a Antioquía en los siglos iniciales de la era cristiana. También fue una ciudad muy importante para el cristianismo pues San Pedro organizó la iglesia más antigua tras la de Jerusalén, San Pablo comenzó a predicar en una de sus sinagogas y san Mateo escribió su evangelio, en Antioquía, lugar dónde por primera vez se escuchó la palabra ‘cristianos’.
Museo Arqueológico de Hatay
Con una historia tan rica, no es de extrañar que arqueológicamente, esté llena de grandes tesoros. Siendo un lugar tan importante, grandes personajes se instalaron en ella construyendo suntuosas casas con impresionantes solados de mosaicos como era la costumbre en aquella época. Actualmente por suerte se han podido rescatar un importante número de ellos.
Se conservan en bastante buen estado en el Museo Arqueológico de Hatay también conocido como ‘Mosaic Museum’. En él observaremos una importante colección de mosaicos Hititas, Helenos, Romanos, Bizantinos y Otomanos. El museo contiene además una importante colección de objetos arqueológicos de la región de Hatay pertenecientes a periodos comprendidos entre el Paleolítico y el periodo islámico. El nuevo Museo fue inaugurado en 2014.
Hotel Museum Antakya
Es otro de los lugares imprescindibles por su originalidad, este moderno hotel tiene una estructura metálica que soporta las habitaciones diseñadas a modo de cubos de hormigón prefabricado. Desde julio de 2010 hasta finales de 2011, 35 arqueólogos, 120 trabajadores y 5 arquitectos especialistas han trabajado sin descanso, 17.312 m2 de excavaciones para descubrir mosaicos, baños romanos y un gran muro; pero la joya de la corona y uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de este siglo ha sido descubrir el suelo de mosaico más grande del mundo con una extensión de 1.050 m2; al parecer debió ser la plaza pública de la ciudad. El dibujo geométrico data del S. IV d. C y en él podemos observar ondulaciones de los distintos terremotos que sacudieron la ciudad.
Otra de las joyas es el Mosaico de Pegaso, realizado con piedras de 162 tonos diferentes, los detalles son casi fotográficos. Podemos ver a Pegaso extendiendo sus alas y a Hesíodo recibiendo la inspiración poética de la reina de las musas, Calíope. Este mosaico data del S. II.
Una buena opción es alojarse en este hotel y disfrutar del museo a cualquier hora pues está totalmente integrado en su estructura y gracias a los pasadizos de cristal los mosaicos permanecen resguardados.
Gaziantep
Está a unas 3 horas por carretera de Antakya; durante el viaje podremos disfrutar del paisaje donde los campos de pistachos comienzan a sucederse y es que estamos entrando en la zona pistachera de Turquía; más del setenta por ciento de la producción de este preciado fruto seco se produce entre Gaziantep y Sanliurfa (Urza), última ciudad de nuestra ruta.
Gaziantep se encuentra situada en la provincia del mismo nombre, en el sur del país, a unos 120 km de Alepo, en la vecina Siria; la provincia cuenta con una población que supera los dos millones de habitantes de los cuales más de un millón doscientos mil viven en Gaziantep más coloquialmente conocida como “Antep”, considerada la sexta ciudad más grande de Turquía y una de las más importantes tanto cultural como gastronómicamente, además de albergar el mayor museo de mosaicos del mundo; estamos en el epicentro del pistacho turco.
En la visita a la ciudad no puedes perderte lugares como el Castillo, desde donde se tiene una panorámica maravillosa de la ciudad, además de poder ver una exposición de objetos y figuras militares muy interesante. Otros imprescindibles son la mezquita de Habib-i Neccar y sus bazares; el primero, Zincirli Bedestesen está situado dentro de un edificio histórico de principios del S. XIX, y cuenta con cuatro puertas de entrada y multitud de tiendas donde encontrarás especias, dulces típicos, joyerías, recuerdos, piezas de cobre… y por supuesto muchos pistachos. El segundo bazar es Bakircilar Carsisi, uno de los más grandes, se dice que después de Estambul y Alepo es el de mayor tamaño; perderse por sus calles y encontrar “casi de todo” es toda una experiencia.
Dejamos para el final lo que nos lleva a escribir este artículo: la ruta del mosaico; visitaremos Zeugma Mosaic Museum y
un pequeño taller regentado por Gülçin una entrañable mujer que nos explica cómo se parte la piedra, se seleccionan los trocitos y se van acoplando para crear un mosaico. También las distintas técnicas de creación y materiales, piedra, cristal, gresite e incluso con frutos secos y legumbres. En esta escuela-taller reproducen tanto antiguos mosaicos, réplicas del Museo, como escenas modernas; el Guernica de Picasso o el famoso retrato de Frida Kalo entre otros, todo de forma artesanal, sin maquinaria. En su planta superior se imparten clases y lo cierto es que existe gran interés porque está lleno de alumnas aprendiendo el arte de crear mosaicos. Otra de las disciplinas más interesantes de este taller es la creación de mosaicos con productos comestibles como legumbres, pasta o frutos secos.
Museo del Mosaico de Zeugma
Para hablar de este museo, debemos remontarnos sus orígenes; la ciudad de Zeugma fue fundada por Seleuco I Nicátor a orillas del río Éufrates, en el año 300 a.C. a pocos kilómetros de la actual Gaziantep. La ciudad fue destruida en el S.III pero los magníficos mosaicos que adornaban los suelos de las casas más ricas de la ciudad fueron bien conservados bajo las ruinas, no cabe duda de la importancia de esta ciudad, pues se encontraba en la famosa ruta de la seda. Los mosaicos hallados en la Antigua Ciudad de Zeugma actualmente se exponen en el Zeugma Mosaic Museum considerado como el museo de mosaicos más importante del mundo incluso por encima del Museo del Bardo en Túnez.
El Museo fue inaugurado el 9 de septiembre de 2011. El área total es de 30.000 m2 y sobre ellos una cubierta de 25.000 m2 sobre los tres edificios que lo componen. El primero alberga los mosaicos traídos de la ciudad antigua de Zeugma, el segundo tiene mosaicos pertenecientes al período romano oriental, excavados en Gaziantep y sus alrededores y el tercero alberga la sala de conferencias y el vestíbulo. El museo exhibe un total de 3.000 m2 de mosaicos y 140 m2 de frescos además de 4 fuentes romanas, 20 columnas, 4 estatuas de piedra caliza, la imponente estatua de bronce del dios Marte y sarcófagos funerarios. La mayor importancia de este museo, además de por la cantidad de mosaicos que posee, viene determinada por la multiplicidad del número de teselas (el nombre que se le da a cada piedra del mosaico) en la disposición de metros cuadrados. Con diseños tridimensionales y técnicas muy precisas, la representación de la arquitectura de la época, la forma de vida, la rica representación de la flora y fauna en los mosaicos son muy destacadas, pero sobre todo llama la atención el inmejorable estado de conservación de los mismos.
Por último, tenemos que hacer especial mención al mosaico de la famosa “Gypsy Girl” también conocida como la Mona Lisa de los mosaicos, la joya de este museo. Su gran valor está determinado por la utilización por primera vez de una técnica especial para conseguir una mirada más real y las sombras para crear ese volumen tridimensional en el rostro. Está datado entre los años 300 y 200 a. C. Seguimos camino hasta Sanliurfa (Urfa).
Sanliurfa (Urfa)
A mitad de camino entre Gaziantep y Sanliurza cruzamos el río Éufrates; son ciento cincuenta kilómetros los que separan estas dos importantes ciudades del sur de Anatolia. El camino está repleto de plantaciones de olivos y pistachos que nos van definiendo el “livestyle” de esta gente, la agricultura es el mayor motor económico y más concretamente el cultivo del pistacho. Tan pronto llegamos a Urfa, una entrada repleta de industria nos avisa que estamos ante una importante urbe.
La Provincia de Sanliurfa cuenta con cerca de dos millones de habitantes, de ellos cerca de quinientos mil viven en Urfa. Destaca su clima de veranos calurosos y secos, y de inviernos fríos y húmedos, de ahí las buenísimas condiciones para el cultivo de este preciado fruto seco. De población principalmente kurda, Urfa es otra de las ciudades con una vasta historia; en el norte de lo que fue Mesopotamia, fue fundada en el S. IV a. C., y es una de las muchas ciudades fundadas en las cuencas entre el Tigris y Éufrates y cuna de la histórica civilización Mesopotámica.
El nombre de Urfa viene del periodo bizantino, pero antes fue la ciudad bíblica de Ur y posteriormente Edesa, nombre que le fue otorgado por Seleuco I cuando refundó la ciudad como colonia militar en el 303 a. C.
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La ciudad ha sido conquistada por muchos pueblos que han dejado sus huellas; grandes civilizaciones como helénicos, persas, romanos, bizantinos, árabes… Los cruzados la tomaron en 1099, convirtiéndose así en capital del primer estado cruzado, el condado de Edesa, que existió hasta la pérdida de la ciudad en 1144. Desde entonces, estuvo en manos de los sultanes de Alepo, los mongoles, los mamelucos y de 1517 a 1918, formó parte del Imperio Otomano. Urfa también se considera el lugar de nacimiento de Abraham y de Job.
La primera visita que recomendamos está a unos 15 kilómetros de Urfa, Göbeklitepe (Patrimonio de la UNESCO desde 2018) es un Santuario levantado entre 9.600 y 8.200 a. C. y según parece pudieron llegar a vivir más de 250 personas, constituyéndose así el primer asentamiento humano de la historia. Es el complejo megalítico más antiguo que se conoce hasta hoy, sus habitantes eran cazadores y recolectores, pero lo que aún no está claro es si la práctica de la agricultura comenzó aquí o no por estar situado en una loma rocosa lejos de cualquier fuente de agua.
El complejo cuenta con 6 edificaciones de las cuales el edificio C es una impresionante construcción redonda con un diámetro de unos 25 m. resguardado por una muralla exterior ovalada. El edificio tiene 9 pilares en forma de “T” tallados con figuras de animales y en el centro 2 monolitos mucho más altos; todo indica que en su época este templo estaba cubierto por un gran techo.
Para finalizar nuestro viaje visitaremos el Museo Arqueológico de Sanliurfa y el Museo del Mosaico.
Museo Arqueológico de Sanliurfa
El Museo Arqueológico fue creado en 1969 y en 2015 se inauguró un nuevo edificio. El museo contiene una colección de objetos arqueológicos procedentes del entorno de Sanliurfa y zonas cercanas. Es muy importante la colección perteneciente al periodo Neolítico. De esta época destaca la presencia de objetos procedentes de Göbeklitepe con una reproducción a tamaño real del más grande de los edificios, así como de otro templo de la fase más primitiva del Neolítico, el templo de Nevali Çori.
En el museo se incluyen herramientas, cerámica, estatuillas, objetos de metal, sellos, joyas, estelas con inscripciones, relieves y esculturas. Uno de los objetos singulares es el hombre de Balıklıgöl, del periodo Neolítico; se estima que es la escultura de tamaño real más antigua de la historia. En sus salas encontraremos objetos pertenecen a diferentes periodos que abarcan desde el calcolítico, la Edad del Bronce, la Edad del Hierro, el periodo helenístico, la época romana, la época bizantina, hasta la época islámica.
Museo del Mosaico
Salimos del Museo Arqueológico y caminando por un paseo llegaremos a Haleplibahçe Mosaic Museum. En el camino nos llama la atención la Necrópolis de Haleplibahçe, uno de los distritos de la ciudad, decenas de cuevas en la pared del monte lo salpican. Tras caminar unos 200 m. llegamos a Haleplibahçe Mosaic Museum, una edificación circular que tiene un área de 6.000 m2 y 82 m de diámetro sin columnas centrales. Alberga los mosaicos encontrados en Haleplibahçe y entre los más destacados encontramos el mosaico de Orfeo, creado en el año 184 d. C. en Edesa. Fue encontrado en 1980 y llevado a Estados Unidos, tras años pidiendo su devolución, éste fue enviado desde el Museo de Dallas a Sanliurfa en 2015. Este mosaico data del año 194 d.C. y es el más antiguo encontrado en Edesa, también su valor se debe a que en la obra aparece por primera vez la firma de su autor, “Bar Saged”.
Esta ruta del mosaico ha sido todo un descubrimiento, a través de las tres ciudades visitadas hemos viajado por la historia y pisado lugares tan emblemáticos y disputados a lo largo de la historia que no nos dejan indiferentes. El Sur de Anatolia es sin duda un destino mágico, para amantes de la historia, la cultura y las compras, pues en sus enormes bazares podemos encontrar casi de todo y a precios mucho menores que en la propia Estambul. Su gastronomía, según dicen los propios turcos, es la mejor del país y sus playas mediterráneas en la provincia de Hatay son espectaculares.
Para el turismo religioso también es un lugar destacado y… ¿quién no ha deseado alguna vez pisar el Paraíso terrenal?
En nuestro número de la revista Traveling puedes ver el artículo de esta maravillosa ruta por el sur de Turquía Pinchando aquí